Si hay algo que es propio de las hormigas es el trabajo en equipo y que no importa el tiempo que conlleve la tarea, el instinto las lleva a perseverar. En este caso bien puede aplicarse al fotógrafo ruso Andrey Pavlov, quien hace unos años se volcó de lleno a retratar hormigas a través de un lente macro.
Tan insólita fue su propuesta que no hay duda que el resultado se convirtió en arte y en el camino transformó a estos pequeños seres en verdaderos modelos fotográficos.
Pavlov se dedicaba antes a montar escenografías en el teatro, cuando descubrió un nuevo hobby que también involucraba escenarios pero mucho más minúsculos y con modelos absolutamente novatos, hormigas verdaderas.
Las imágenes capturadas son increíbles, podrán parecer fotomontajes o animación computarizada, pero no, son fotos reales; el propio artista consideró que estos bichos que habitan su jardín delantero y el patio trasero de su granja, son ideales para retratar en su ambiente natural, pero en inusuales escenarios y acciones, como en la construcción de una casa, jugando al fútbol.
Después de observarlas desde una perspectiva científica y analizar sus recorridos diarios, notó que estos diminutos insectos establecen dinámicas extremadamente organizadas durante su jornada laboral. La fascinación de Pavlov por este proceso animal fue tal que decidió mudarse cada verano a una cabaña en el campo para retratar a las hormigas rojas en entornos forestales. Pero lo atractivo de su trabajo es que les construyó escenarios fantásticos para contar historias que permiten imaginar lo que harían las hormigas en su tiempo libre. Justtamente la intención fue mostrar cómo juegan al fútbol o cómo cosen un abrigo.
Después de tres años, el resultado del hobby de Pavlov se llama “Historias de hormiga” (serie Ant Tales) y evidencia las largas horas que se pasó estudiándolas, asegurándose que siguieran el camino trazado para el trabajo. Como era prácticamente imposible que realmente se trasladaran de un lado al otro por voluntad propia, colocó los objetos en el camino, las atrajo con todo tipo de alimentos que pudieran seducirlas y fotografió a los insectos interactuando con sus pequeños “sets”.
Según los especialistas este tipo de fotografía se lo conoce como macrofotografía o fotomacrografía, un tipo muy común para la investigación biológica. La técnica permite capturar a detalle objetivos de igual o menor tamaño que la película; a través de un lente de aproximación es posible lograr una ampliación 1:1, lo que significa que se pueden conseguir imágenes de objetos muy pequeños en su tamaño original, sin reducción alguna, explicaron. Y no cabe duda que realmente fue un trabajo de hormiga. Espero que las disfruten tanto como yo, aquí les dejo el link por si quieren ver otras más de esta serie Ant Tales, donde encontrarán muchas más de las que cargué: http://en.www.lensart.ru/album-uid-210a-aid-456b-sh-1.htm?ps=18
Impresionante
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