Las
críticas y el escándalo que despertó la interpretación que el ballet oficial de
la Fiesta Nacional del Chamamé en Corrientes hizo del mito guaraní del Kurupí y su largo
miembro -mutilado de inmediato- me hizo recordar otra historia; un alboroto
que se produjo en el Nordeste hace más de 75 años, pero del cual no quedan
muchos registros e inclusive hay quienes dejan entrever que se trataría sólo de
una leyenda urbana.
Me
refiero a la estatua "El indio" del escultor chaqueño Crisanto
Domínguez, realizada en 1938. Un desnudo de tres metros de altura tallado en
madera de quebracho, montado en un pedestal sobre la avenida 9 de Julio al 450 de
la ciudad de Resistencia (Chaco).
Según
ha trascendido, un año después de instalada la obra, sufrió la censura de la
sociedad más pacata de Resistencia; cuentan que primero los genitales fueron
cortados y de acuerdo con las pocas versiones que aún circulan, fue arrojada al
río Negro donde se perdió definitivamente.
Como
se ve, no es la primera vez que un desnudo causa tanto revuelo. Pero el destino
que tuvo fue totalmente adverso, directamente destruyeron la obra, tan grave
como mutilar un mito ancestral.