“Finalmente te puedo ver como a un cristal limpio. Sigue adelante traicionándome que yo expondré toda tu falsa relación. Observa cómo me marcharé con cada pedazo de ti. No subestimes las cosas que haré. Pudimos haberlo tenido todo. Vas a desear nunca haberme conocido. Tuviste mi corazón en tus manos e hiciste con él lo que quisiste. Jugaste con él como te dio la gana. No tengo ninguna historia que contar, pero he escuchado una de ti y voy a quemar tu cabeza. Piensa en mí en lo más profundo de tu desesperación. Tuviste mi corazón entre tus manos, pero jugaste con él, bromeaste con él, fingiste con él, lo destrozaste”.
Estas palabras no son sólo la amenaza de una persona despechada, o el mensaje de despedida tras una mala relación, sino son también los versos de una de las canciones que más me gustan y que descubrí hace poco.
“Rolling in the deep”, algo así como rodando en la depresión. Un tema de la cantante inglesa que está de moda en los últimos tiempos, al grado de ser considerada uno de los “fenómenos” musicales del momento: Adele, por sus temas dramáticos y por una voz potentísima.
Una vez que la escuchen cantar se van a dar cuenta de qué hablo. Tiene 22 años y según dicen, suficiente dolor en el alma por una relación truncada, como para imprimirles a las canciones la cuota de sentimiento que transforman los versos en verdaderas maravillas musicales. Si bien está lejos de ser Aretha Franklin y es muy distinta a la recientemente fallecida Amy Whinehouse, los fanáticos de Adele ya la llaman la nueva reina del soul.
MÚSICA PARA LOS OÍDOS
Adele es totalmente opuesta a Lady Gaga, a Katy Perry o Britney Spears. ¿Qué tiene de distinto? Si bien su música incursiona en el mundo del pop, su estilo la lleva más hacia el lado del soul y del blues. Su figura también es disímil a la de estas artistas. Tiene sobrepeso y no parece molestarle. De hecho durante una entrevista para la revista Rolling Stone le preguntaron justamente sobre su cuerpo y si no sentía la necesidad de mejorar su aspecto, a lo que respondió: “En mi vida hay mucho drama y no tengo tiempo de preocuparme por algo tan insignificante como mi apariencia. No me gusta ir al gimnasio, me gusta comer comida rica y tomar buen vino y, aunque tuviera buenas curvas, creo que no las andaría mostrando. Me encanta ver las lolas y la cola de Lady Gaga, de Katy Perry. Pero mi música no se trata de eso. No hago música para los ojos. Hago música para los oídos."
Inclusive, en sus shows no hay bailarines ni coreografías. No hay pantallas gigantes ni fuegos artificiales. Tampoco demasiadas luces de colores. Ni poca ropa ni obsesión por la imagen ni cuerpos esqueléticos. Simplemente música: un piano, una orquesta, un micrófono y ella. Su voz, al natural, de estilo retro y sus propias letras.
19 y 21
Adele, nombre artístico de Adele Laurie Blue Adkins nacida el 5 de mayo de 1988, se ha convertido en una de las cantantes que más ha vendido en la última década y sola ha redefinido lo que una celebridad necesita para ser tal. Con 22 años lleva editados dos discos: “19” (2008) y “21” (2011).
Claro que los números de los discos tienen su significado. Respecto del primero la propia artista dijo: “Solo recuerdo haberme convertido en un poco más mujer en aquel tiempo. Y creo que eso está definitivamente documentado en las canciones”. En ese primer álbum se incluye una versión de la canción de Bob Dylan “Make you feel my love” y que últimamente también está sonando muchísimo en las radios.
En el caso de “21”, el título está basado en la edad de la cantante en el momento de la producción de ese segundo trabajo discográfico; cuyo primer single “Rolling in the deep” fue descrito por la cantante como “una oscura melodía de blues”.
Los críticos dicen que el fenómeno Adele es una ola de aire fresco en la era en la que las cantantes tienen que salir con poquísima ropa; desafía con voz, estilo y look, lo que la industria de la música califica como “exitoso” en la era en la que para vender los cantantes de esta generación pasan meses probándose frente a jurados de televisión que buscan audiencias que crezcan a la misma velocidad que sus cuentas en el banco.
A pesar de la fama por su voz, su música y sobre todo por haber roto todos los moldes, los analistas están divididos frente al fenómeno Adele. Por un lado están quienes dicen que el apoyo que genera responde a una búsqueda por parte de las mujeres de alguien que no sea un modelo imposible de alcanzar. Del otro, se encuentran los más escépticos, los que creen que la cantante podría ser simplemente una moda. Moda o no, ya suena muy fuerte que será la responsable de musicales la próxima película del espía inglés más conocido en “Bond 23”.
Aquí les dejo el video de “Rolling in the deep”, el tema que más ha sonado y que me encanta. Levanten el volúmen de los parlantes, porque este tema es para escucharlo bien fuerte. ¡Recomendadísimo!
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