Ante tanta noticia en torno
a la muerte del fiscal Alberto Nisman, casi me pasó desapercibida una información
fantástica, pero que sin embargo generó la suficiente atención para ser una de
las más comentadas, obviamente después del fallecimiento del principal
investigador de la justicia sobre el atentado a la AMIA en 1994 en Argentina. Al
parecer, trascendió en distintos medios que unos pilotos del Dakar se
encontraron frente a frente con a Llorona. Según circuló, los competidores
realizaron una filmación del encuentro con el espectro de esta mujer que fue lo
más visto en las últimas semanas.

Solo se conoció el dato del
encuentro y el video en donde se advierte que un automóvil circula por una ruta
de arena o ripio con piedras a los costados. En la filmación se divisa a unos
metros adelante, a una persona vestida de blanco, con toda la cabellera echada
hacia adelante, y que sostenida por un bastón intenta cruzar ese camino. Al
divisar el rodado, avanza hacia el vehículo en medio de gritos y lamentos. A
simple vista queda claro que la figura no tiene nada de espectro precisamente,
y la verdad causa más risa que miedo.
De todas formas, aun cuando
la información es nula, distintas encuestas realizadas a los lectores de esa
noticia, equipararon la creencia con la incredulidad. Ante la consulta si los
lectores realmente creían acerca del encuentro de los pilotos del Dakar con la
Llorona, un 53% de los que vieron la supuesta grabación realmente cree que se
les apareció esa ánima; mientras que un 47% lo negó.
Vale destacar que el Dakar
2015 se realizó por más de dos semanas a principios de enero y el recorrido se
extendió por 10 mil kilómetros a lo largo de Argentina, Chile y Bolivia. Si
bien esta competencia se realiza de día, es cierto que hay ocasiones
especiales, en que se corre de noche, o bien pudo haber ocurrido que algún equipo se demoró
por una avería, que les llevó varias horas arreglar y eso explicaría de por qué
se encontrarse con el espectro.
El video tiene cientos de
miles de visitas, con los comentarios más insólitos, por supuesto que este tipo
de informaciones dan pie.
Pero, viendo los comentarios
me encontré con uno en donde linkean otro video, idéntico, pero que remitía a
un inglés al que se le había aparecido un fantasma en el camino en el Reino
Unidos. A su vez, quienes lo vieron aseguraban que el sitio corresponde a
alguna parte de Oriente.
En fin, si uno intenta
encontrar la raíz de esta historia, cómo se inició no podrá encontrarla, porque
en algún momento se bifurca, se pierde o se agota por falta de datos concretos.
De todas formas, lo que a mí
me llamó la atención fue la aparición en sí misma. Porque no me acordaba cuál
es el relato, la leyenda en torno a la Llorona.
ALMA EN PENA
Lo que se encuentra en
internet acerca de esta mujer lacrimosa es que se trata de un espectro del
folclore hispanoamericana que, según la tradición oral, se presenta como el
alma en pena de una mujer que asesinó o perdió a sus hijos, los busca en vano y
asusta con su sobrecogedor llanto a quienes la ven o la escuchan.
Si bien la leyenda cuenta
con muchas variantes, los hechos medulares son siempre los mismos. Es
considerada un espíritu de malos presagios. Puede causar enfermedades a las
personas, empeorar la condición de quienes ya están enfermos o traer desgracias
a los seres queridos.
En otros relatos se presenta
como una mujer inofensiva que necesita consuelo y ayuda, por lo que despierta
la piedad de la víctima, pero, cuando esta se acerca a consolarla, le roba
todas sus pertenencias.
De todas formas, entre los
datos que encontré, hallé que la Llorona es también uno de los primeros signos
del mestizaje en México; se relaciones a este ser fantasmagórico con doña
Marina, la Malinche, que vuelve arrepentida a llorar su desgracia, la traición
a su pueblo indígena por su relación con
Hernán Cortés.
Es así que de allí surgen
varias de las versiones que señalan a la Llorona como la protagonista de una
trágica historia de amor y traición entre la mujer indígena (o mestiza o
criolla) y su amante español, lo que finalmente la lleva al infanticidio como
una manifestación del deseo de castigar al hombre, para lo cual usa al niño
como el instrumento de la venganza por ser este la prueba de la deshonra, pero
también, de alguna forma, como una manera de castigarse a sí misma por su
debilidad.
No obstante, alrededor del
mundo existen mitos y leyendas acerca de seres con algunas características
similares a las de la Llorona.
GRIEGOS, CELTAS Y CRISTIANOS
En la mitología griega, por
ejemplo, se pueden encontrar similitudes con el mito de Medea, quien asesinó a
sus propios hijos luego de que su esposo, Jasón (a quien había ayudado a
recuperar el vellocino de oro), la abandonara por otra mujer. Igualmente, los
griegos también relataban la leyenda de Lamia, una princesa con quien Zeus
había tenido varios hijos, que fueron asesinados por Hera. Lamia vagaba desde
entonces lamentándose por la pérdida de sus hijos y devorando a los niños de
otras madres.
En la mitología celta, la
banshee era un espíritu femenino que anunciaba la muerte de una persona
mediante sobrecogedores gemidos que podían escucharse a largas distancias.
En África, entre los pueblos
yoruba de Dahomey y Togo, se narra una leyenda que describe al viento como una
mujer que recorre los ríos lanzando pavorosos lamentos y buscando a sus hijos
asesinados. Estos fueron ahogados por el océano (que en este mito es también
una mujer) y sus restos desperdigados por el mundo.
Tal vez, esta leyenda, que
presenta fuertes similitudes con la de la Llorona, fue introducida en los
Estados Unidos por los esclavos africanos traídos por los europeos a América y
es especialmente conocida en estados sureños como Luisiana.
Y en la Biblia, en Jeremías
31:15-17, se narra la historia de Raquel, quien llora por sus hijos (el pueblo
de Israel) porque perecieron, como un simbolismo del exilio del pueblo hebreo
en la tierra de Babilonia.
CLÁSICOS RECURRENTES
Explicaciones acerca de la
Llorona o varias lloronas, hay muchas, tantas como caminos llenos de sorpresas
y tienen que ver con las apariciones en las rutas.
Por ejemplo en Uruguay, en
el camino costero que pasa por el barrio montevideano de El Buceo, cerca del
cementerio, se cuenta que un hombre debió detener su automóvil frente a una
mujer completamente ensangrentada. Desesperada y deshecha en lágrimas, la pobre
mujer le contó que unos kilómetros más adelante estaba su hijo, un bebé recién
nacido, en grave peligro de muerte. Le imploró que lo salvara, pero
extrañamente se negó a subir al auto. El hombre entonces siguió adelante y lo
que al fin encontró junto a la ruta fue el cadáver de esa mujer virtualmente
agonizante con la que acababa de hablar, abrazando al cuerpito de su bebé.
En México circula también el
relato que tiene por protagonista a un borracho que se cruza con la mismísima
Llorona. El hombre es un alcohólico sin remedio que tiene la fortuna o la
desventura de toparse de noche con una mujer cuyo rostro no puede verse con
claridad, dicen que quienes le vieron la cara se encuentran con la mismísima
muerte. Lo cierto es que cuando por fin puede ver el rostro de la supuesta
mujer se lleva un susto tan grande que hasta deja para siembre de tomar.
En la Argentina describen a
la Llorona como el alma en pena de una mujer cuyo lamento atrae a veces a
curiosos incautos. Cuando estos se acercan a la casa donde provienen los
lamentos son asesinados sin piedad.
Entre tanta búsqueda acerca
de la Llorona, hasta encontré un relato de 1981 que Gabriel García Márquez
publicó en el diario El País de España, titulado “Fantasmas de carreteras”, en
el cual narra una historia que creo es muuuuy conocida y que hasta hay un video
circulando desde hace años en el youtube: “Dos muchachos y dos muchachas que
viajaban en un Renault 5 recogieron a una mujer vestida de blanco que les hizo
señas en un cruce de caminos poco después de la medianoche. El tiempo era
claro, y los cuatro muchachos -como se comprobó después hasta la saciedad-
estaban en su sano juicio. La dama viajó en silencio varios kilómetros, sentada
en el centro del asiento posterior, hasta un poco antes del puente de Quatre
Canaux. Entonces señaló hacia adelante con un índice aterrorizado, y gritó:
"Cuidado, esa curva es peligrosa", y desapareció en el acto. Esto
ocurrió el pasado 20 de mayo en la carretera de París a Montpellier. Él
comisario de esa ciudad, a quienes los cuatro muchachos despertaron para
contarle el acontecimiento espantoso, llegó hasta admitir que no se trataba de
una broma ni una alucinación, pero archivó el caso porque no supo qué hacer con
él. Casi toda la prensa de Francia lo comentó en los días siguientes, y
numerosos parapsicólogos, ocultistas y reporteros metafísicos concurrieron al
lugar de la aparición para estudiar sus circunstancias, y fatigaron con
interrogatorios racionalistas a los cuatro elegidos por la dama de blanco. Pero
al cabo de pocos días, todo se echó al olvido, y tanto la prensa como los
científicos se refugiaron en el análisis de una realidad más fácil; los más
comprensivos admitieron que la aparición pudo ser cierta, pero aún ellos
prefirieron olvidarla ante la imposibilidad de entenderla”.
Según este genial escritor y
periodista, los misterios de las carreteras son tanto o más populares que los
del mar, “porque no hay nadie más distraído que los conductores aficionados”.
“En cambio, los
profesionales -como los antiguos arrieros de mulas- son fuentes infinitas de
relatos fantásticos. En las fondas de carreteras, como en las ventas antiguas
de los caminos de herradura, los camioneros curtidos, que no parecen creer en
nada, relatan sin descanso los episodios sobrenaturales de su oficio, sobre
todo los que ocurren a pleno sol, y aún en los tramos más concurridos”.
E inclusive incluye una
experiencia propia: De estas, y de otras muchas experiencias, he aprendido a
tener un respeto casi reverencial por las carreteras. Con todo, el episodio más
inquietante que recuerdo me ocurrió en pleno centro de la ciudad de México,
hace muchos años. Había esperado un taxi durante casi media hora, a las dos de
la tarde, y ya estaba a punto de renunciar cuando vi acercarse uno que a
primera vista me pareció vacío y que además llevaba la bandera levantada. Pero
ya un poco más cerca vi sin ninguna duda que había una persona junto al
conductor. Sólo cuando se detuvo, sin que yo se lo indicara, caí en la cuenta
de mi error: no había ningún pasajero junto al chófer. En el trayecto le conté
a éste mi ilusión óptica, y él me escuchó con toda naturalidad. "Siempre
sucede", me dijo. "A veces me paso el día entero dando vueltas, sin
que nadie me pare, porque casi todos ven a ese pasajero fantasma en el asiento
de al lado".
Sin duda espeluznante si te
pasa. Yo preferiría no tener que pasar por eso, sea chiste o de verdad. De todas
formas, aquí les dejo el link para que vean el video que tanto revuelo ha
causado en los últimos días. Ustedes decidirán si están dispuestos a creer o no
en la aparición de esta Llorona.
Fuentes:
"Mentiras verdaderas. 100 historias de horror, lujuria y sexo que alimentan la mitología urbana de los argentinos" de Jorge Alperín. Editorial Atlántida. Año 2000.
"Mentiras verdaderas. 100 historias de horror, lujuria y sexo que alimentan la mitología urbana de los argentinos" de Jorge Alperín. Editorial Atlántida. Año 2000.
http://es.wikipedia.org/wiki/Llorona
http://www.minutouno.com/notas/351471-de-no-creer-pilotos-del-dakar-se-encontraron-la-llorona-la-carrera
https://www.youtube.com/watch?v=BxaP5BXpGrg
http://elpais.com/diario/1981/08/19/opinion/367020007_850215.html
No hay comentarios:
Publicar un comentario