Nacida
bajo el signo del toro es el nuevo libro de Florencia Bonelli,
una historia romántica al mejor estilo que esta escritora argentina nos tiene
acostumbradas y que la convirtieron en la más vendida de la Feria del Libro de
Buenos Aires 2013.
Quienes hemos leído todas
sus obras podemos descubrir entre sus páginas un relato muy semejante a todas
las anteriores. Sólo cambia el contexto, pero la fórmula es la misma de
siempre: chica linda que se enamora del chico bueno.
Ojo no estoy desilusionada ni
mucho menos. De hecho me la leí en 24 horas. No podía dejarlo sin saber qué iba
a ocurrir a continuación. Si bien me sentí muy identificada con los personajes,
sólo digo que -salvo detalles- la base no varía. Pero bien vale aclarar que me
dejó esa sensación de querer volver a la adolescencia.
El relato comienza en marzo
de 2011 en el inicio de clases en una escuela pública del barrio de Caballito.
Camila Pérez Gaona, de 16 años, es una adolescente que empieza el cuarto año de
secundaria y no se siente cómoda con sus compañeros de clase. No termina de
adaptarse a ese colegio, pese a haber cursado todo el año anterior con ellos.
Como proviene de una familia
que en otros tiempos tuvo un buen pasar económico pero que ahora apenas
sobrevive con los sueldos de maestra y de empleado administrativo de sus padres,
se resiste a acostumbrarse a esos cambios y como detesta la nueva realidad, prefiere
encerrarse en la soledad y el mundo fantástico que le brindan los libros.
Pero todo eso cambia tras
conocer a su vecina Alicia, una astróloga y psicóloga que la contrata de niñera
y que la guía en el autoconocimiento, en entender los recovecos de su
personalidad, a la vez que la inicia en los misterios del zodíaco.
A medida que el cambio
comienza a manifestarse en esa adolescente, todo parece tomar un nuevo color y
el chico lindo de la clase, Sebastián Gálvez, se muestra interesado en ella,
al igual que el “nerd” del curso, Lautaro Gómez, un joven feo pero con una
personalidad que la cautivará.
En el medio hay disputas por
quiénes son los líderes y más populares del curso, las chicas lindas, delgadas
y divertidas, muchas inseguridades propias de los adolescentes, drogas,
bullying, dietas, crisis familiares, el inicio en las relaciones sexuales y una
situación extrema que los llevará a descubrir que el amor es lo único
importante.
Como ya dije, la fórmula
clásica de las historias románticas de Bonelli con los condimentos propios del
relato.
EN
LA SECUNDARIA OTRA VEZ
Para las que transitamos
hace rato los 30 esta historia cautiva, porque te hace recordar a cuando
estabas en la secundaria. No importa cuánto tiempo haya pasado, hay aspectos
del relato que te hace rememorar, con añoranza, esa etapa de la vida.
No pertenezco al signo de
tauro ni viví situaciones parecidas mientras estuve en el colegio, pero
mientras leía sobre las inseguridades y las formas de actuar del personaje de
Camila me acordaba mucho de mi adolescencia. Es más, creo que -salvo excepciones-
no había chica que no odiara el colegio y sobre todo las clases de gimnasia como me pasaba a mí.
La gran mayoría de las mujeres
que hoy son seguidoras de las historias de Florencia Bonelli -me juego- en la
secundaria eran rellenitas y les gustaba comer. ¡Yo también! Detestábamos a las
populares y lindas del curso, éramos medianamente buenas alumnas, moríamos por
el chico lindo del curso o de otro año superior, y sobre todo nos gustaba
pasarnos horas enteras leyendo novelas.
Por momentos me sentí
realmente muy identificada con esta historia y me hubiera gustado
conocer en esa época a un Lautaro Gómez.
Por eso les digo, tengo la sensación que si bien
este libro de Florencia Bonelli está dirigido a adolescentes, creo que apunta especialmente
a las de 30 y 40 años, las que todavía nos sentimos adolescentes en el corazón.
EL
HOMBRE IDEAL
De Camila no hay mucho para
decir. En ella se ven bien las inseguridades adolescentes, es la clásica mosquita
muerta de la que todos se enamoran. Inclusive, me recordó muchísimo a Matilde, el
personaje central de Caballos de fuego.
Pero el que le pone
condimento a la historia es Lautaro Gómez.
“Es el hombre con el que
soñamos todas”, leí en uno de los comentarios en el facebook del libro, escrito
por una de sus fanáticas. ¡Y es cierto!
Este personaje está
lejos de ser un adolescente de 16 años. No dudo al señalar que es un hombre de
40 en el cuerpo de un chico. Las características que le atribuye la autora
quedan en evidencia.
Al principio confunde porque
es el mejor alumno del curso, el “nerd”, el que se saca las mejores notas. Pero
que yo recuerde, los chicos así -antes y ahora- están lejos de tener la
seguridad que tiene Lautaro, ni saben cómo comportarse con los adultos. De
hecho, en el relato parece un mayor más.
Además de ser el “cerebrito”
de la clase, es instructor de karate (el tema de las artes marciales también me hizo acordar
a Eliah Al Saud el personaje de Caballos de Fuego París – Congo – Gaza, la
trilogía anterior de Bonelli), es líder de un grupo de boy scouts, es feo pero
a él eso lo tiene sin cuidado, es el hijo preferido de la madre y hasta eligió -a
pesar que tienen dinero- ir a un colegio
público porque es el mismo donde habían estudiado sus padres; y sobre todo es
quien salva a Camila de distintas situaciones límites que se mete. Es inteligente,
sensible, considerado con los demás, respetuoso, seguro de sí mismo, y está
súper enamorado -rayando la obsesión- de Camila.
En resumen, el héroe de la
historia y al que todos quieren.
Por eso digo, es un adulto. No
un adolescente.
Pero además de esto,
descubro en Lautaro Gómez a todos los otros personajes masculinos de las
historias de Florencia Bonelli. Hay en él mucho de Juan Cruz de Silva (Bodas de
Odio), Carlo Varzi (Marlene), Kamal Al-Saud (Lo que dicen tus ojos), Lorenzo
Rosas – Nahueltruz Guor (Indias Blancas), Roger Blackraven (El cuarto arcano),
Artemio Furia (Me llaman Artemio Furia) y Eliah Al-Saud (Caballo de fuego).
Lautaro Gómez tiene algo de
cada uno de ellos, tal vez por eso, llama tanto la atención y digo que me
hubiera gustado conocer un hombre así. Para quienes leyeron las anteriores historias
sabrán comprender que una combinación de todos ellos resultaría magnífica, pero
que también es pura fantasía femenina.
LOS
SIGNOS QUE MANEJAN NUESTRAS VIDAS
Hasta los más incrédulos no
puede evitar caer y querer saber lo que nos dicen los astros. No conozco
conversación y más entre jóvenes y adolescentes en donde el tema del zodíaco y
a que signo al que pertenece cada uno, no se aborde.
El influjo está presente y
muchas personas lo primero que preguntan de quien les interesa, es saber en qué
fecha y hora nacieron para descubrir el signo y si es compatible con el suyo.
Una vez más Bonelli ahonda
en el tema del zodíaco. Ya lo hizo en su libro anterior, Caballo de fuego, pero
allí aborda el Horóscopo Chino. En esa historia el personaje de Matilde es
Chancho de Metal y Eliah Al-Saud, Caballo de Fuego. En este, Camila es de tauro
y Lautaro de escorpio (Sólo un dato: da la casualidad, que la autora no puede
dejar de volver una y otra vez a referirse a sus propios signos del zodíaco y
el de su marido; pero este es un comentario al margen).
En este libro encontramos
nuevas referencias a novelas, autores, películas y temas musicales, que también
nos hacen rememorar otras épocas.
Lo cierto es que Nacida bajo
el signo del toro está lejos de ser para las jovencitas. Ojo lo pueden leer
tranquilamente, disfrutarlo y descubrir el gusto por las historias de Florencia
Bonelli bien narradas. Pero creo que está especialmente dirigido para las
adolescentes de corazón, aquellas que hace más de dos décadas terminamos la secundaria
pero que todavía recordamos esos años como si hubieran sido ayer.
Es súper recomendable para
pasar una tarde de lluvia y frío, cómodas y bien abrigaditas. Verán que no
podrán parar de leer.
¡A disfrutarlo!
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