lunes, 25 de agosto de 2014

Una negra indecente

Acabo de recibir una nota de uno de los decanos del periodismo correntino, Darwy Berti, acerca de la Taraguí y del indio de Crisanto Domínguez, a los cuales ya me he referido anteriormente. Y me parece que los datos que aquí aporta sobre lo acontecido en Corrientes y Resistencia en la década del 30 en torno a estas obras, valen la pena compartirlo. De todas formas, pueden leer la nota "De mutilaciones, ofensas a la moral y la desaparición de una obra", en este mismo blog.




“Una negra indecente”
Por Darwy Berti

Releer “El Heraldo de la Cruz de los Milagros” del jueves 10 de noviembre de 1938 nos ayuda a comprender la mentalidad de los clérigos que redactaban esa revista católica correntina, entre quienes se contaba el reverendo padre  Paniagua, quien también supo animar un programa radial dominical titulado “Pongámonos en órbita”, por LT7. En esa revista se exige la desaparición de la estatua “La Taraguí” de la Costanera, a quien se califica racistamente como “una negra indecente”.


Esa revista convocaba a los creyentes correntinos a seguir el ejemplo de los iconoclastas chaqueños que, por aquellos días de 1938, habían hecho desaparecer de una populosa avenida de Resistencia la estatua de otro indio o “negro indecente”. Transcribamos parte de esa convocatoria de “El Heraldo de la Cruz”, dirigida a nuestros buenos cristianos: “Muchos resistencianos se consideraban afrentados con la exhibición de un “tape” estatuario en lo mejor y más público de su avenida de acceso. Tal era la estatua que personificaba al Chaco. Y no dejaba de haber razón para incomodarse así los vecinos que se veían representados por un indio inmundo. De felicitarlos es pues el caso de que ahora no esté el indio… Nosotros tenemos también nuestro regalo: una negra indecente, una vergüenza pública, una bofetada a nuestros sentimientos cristianos en el mejor de nuestros paseos, en la avenida Costanera. Que ese adefesio desaparezca, que vuelva a las fuentes, que siga las huellas del Tape Chaqueño”.


Felizmente los correntinos no seguimos el consejo de los clérigos lugareños que nos convocaban a arrojar al río a esa “negra indecente” y, aún hoy, podemos gozar de la vista de ese compendio de la belleza de la mujer correntina, resuelto según el arte de Amado Puyau, quien, por esa obra maestra, mereció el primer premio en el Salón Nacional de Escultura de ese año. Sí, La Taraguí no siguió las huellas del “Tape Chaqueño”, como querían los escandalizados curas de “El Heraldo de La Cruz de los Milagros”, y sigue allí, a la vista de lugareños y turistas. (Figura en las guías de turismo de todo el mundo). 

En cambio El Tape Chaqueño, realizado en madera de quebracho por el escultor Crisanto Domínguez, es uno de los tantos desaparecidos que tiene nuestro país.  Al respecto, años atrás, el periodista Guido Miranda nos contaba que a raíz del gran escándalo provocado entre  beatas y beatos de esa “Ciudad de las Escultura”, ese toba desnudo, “con las bolas tan grandes”, con arco y flecha, de cuatro metros de altura, algo parecido a nuestro Andresito de la nueva Costanera, primero fue castrado con un corta hierro. Después, como seguían las quejas de las chaqueñas y curas escandalizados, la Municipalidad de Resistencia hizo desaparecer totalmente al “indio inmundo”. Amén.




http://www.munecarticulada.blogspot.com.ar/2014_01_01_archive.html




Fotografías:
http://marisa-corrientes.blogspot.com.ar/2011/01/la-taragui.html

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